El Ejército de Israel lanzó esta noche un ataque simultáneo en siete regiones del interior y sur del Líbano, en represalia por el ataque perpetrado por el grupo chií libanés Hizbulá, que este sábado resultó en la muerte de 12 niños y adolescentes en la ciudad drusa de Majdal Shams, ubicada en los Altos del Golán ocupados.
Los bombardeos israelíes se dirigieron a las zonas de Sabrinha, Borj El Chmali, Beka’a, Kfar Kila, Rab a-Taltin, al Khyam y Tir Hafa, según informó un comunicado del ejército israelí.
«Estamos incrementando significativamente nuestra preparación para la próxima fase del combate en el norte», afirmó Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor del Ejército, durante una visita al campo de fútbol donde impactó el proyectil.
«Actuaremos con firmeza cuando sea necesario. Nuestro deber es asegurar que los habitantes del norte regresen sanos y salvos a sus hogares en Galilea y en los Altos del Golán. Este es nuestro compromiso total», añadió Halevi.
El proyectil utilizado en el ataque, un Falaq 1 de fabricación iraní con 53 kilos de carga explosiva, es propiedad exclusiva de Hizbulá, según Halevi.
«Atacaremos duramente al enemigo», enfatizó el ministro de Defensa, Yoav Gallant, durante una conversación con el líder espiritual de la comunidad drusa, Sheikh Mowafaq Tarif. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, actualmente en Estados Unidos, también se comunicó anoche con Tarif por teléfono.
La frontera entre Israel y Líbano atraviesa su mayor pico de tensión desde 2006, con un intenso intercambio de fuego desde el 8 de octubre. El conflicto ha dejado aproximadamente 565 muertos, la mayoría en el lado libanés y entre las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 350 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria, además de un centenar de civiles.
En Israel, han fallecido 46 personas en el norte del país, incluyendo 22 militares y 24 civiles. El ataque más reciente, que cobró la vida de 12 menores y adolescentes, es el más grave registrado en Israel desde el inicio de las hostilidades, incrementando el temor a una guerra abierta.