Carabineros actualizó este viernes por la noche la información relativa a los detenidos por el vistoso asalto armado que afectó este viernes por la mañana, en la ciudad de Rancagua, a la empresa Brinks, dedicada al transporte de valores.
De acuerdo con el último balance de la institución, 16 personas han sido arrestadas por el atraco, que delató desde un primer momento una compleja planificación, pues al menos cuatro vehículos -entre automóviles y camiones- fueron quemados en las inmediaciones, con el presumible objetivo de confundir a las policías y favorecer la huida de los involucrados.
Durante la tarde, el general Max Jiménez, jefe de la Sexta Zona de la policía militarizada, había cifrado en 13 los aprehendidos hasta ese momento, «detenidos en flagrancia en momentos inmediatos posterior al hecho», indicó la autoridad.
Añadió que «a raíz de este procedimiento, hay cuatro detenidos que estarían lesionados y que están siendo atendidos en el Hospital Regional».
«También hay cuatro carabineros están lesionados, no de gravedad, a raíz de ir rápidamente en búsqueda de estas personas», complementó.
Preliminarmente, la estimación respecto al botín que habían conseguido los ladrones asciende a 25.000 millones de pesos, según fuentes policiales.
Todos los detenidos serán formalizados este sábado en una audiencia ante el Juzgado de Garantía de Rancagua, aunque es probable que se amplíe la detención.
Según el fiscal Claudio Meneses, los implicados serán formalizados por los delitos de «robo con intimidación, tenencia ilegal de arma de fuego y de municiones, y un robo con intimidación de un vehículo en la huida».
El persecutor detalló que los involucrados fueron capturados mientras escapaban, «algunos se enfrentaron con Carabineros, y otros sujetos fueron encontrados con heridas: cuatro están lesionados, dos de ellos en estado grave (…) otros incluso chocaron con el vehículo de unos civiles en la huida».
Bomberos debió concurrir a distintos puntos de la ciudad para contener el fuego de los vehículos que fueron calcinados.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve (Partido Socialista), dijo previamente desde el Palacio de La Moneda que éste fue un «mecanismo de distracción»; y calificó la acción delictual como «un hecho gravísimo, que ocurre en un sector urbano» e involucró uso de armas de fuego.