El informe preliminar sobre el accidente del avión de la aerolínea Voepass, que dejó 62 víctimas el pasado 9 de agosto en Brasil, indica que la aeronave voló durante una hora en condiciones severas de acumulación de hielo en su fuselaje. Sin embargo, los investigadores aún no han confirmado si esta fue la causa del siniestro.
Según el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa), el avión, que se precipitó en una zona residencial de Vinhedo, en São Paulo, perdió el control luego de que sus pilotos activaran al menos tres veces el sistema de deshielo. Aunque estos datos son preliminares, el director del Cenipa, Marcelo Moreno, subrayó que aún deben analizarse todas las hipótesis.
El informe también revela que las difíciles condiciones meteorológicas eran conocidas por los pilotos, quienes enfrentaron temperaturas bajas y alta humedad en altitudes propicias para la acumulación de hielo. A pesar de esto, la aeronave estaba certificada para volar en dichas condiciones y la tripulación no declaró una emergencia.
Las cajas negras registraron que el copiloto comentó la presencia de «bastante hielo» poco antes del accidente, y se detectaron maniobras inusuales previas a la caída del avión, lo que sigue bajo investigación. El bimotor ATR-72-500 se estrelló a 80 kilómetros de su destino, sin causar daños en tierra pese a caer en un área residencial.